Hoy iniciamos labores desde el frente de batalla. Todavía no hay tantos clientes como para causar un caos psicológico, pero sí tengo que empezar a ver cómo se comportan todos antes de la tomenta, y después también. Además, lo nuevo es que tengo gente a mi cargo y hoy me reúno con ellas para conocerlas mejor.

Espero que todo salga bien, sobre todo porque un jefe nuevo siempre puede ser el inicio de la guerra o la paz absoluta. Ya veremos.

El nombre de la obra del sábado es Star Cuars, y se presenta en Los Azulejos, en La Martinica. No se la pierdan, ustedes dos que son mujeres.

Bueno, las dejo con una reflexión: no juzgues a las personas sin conocerlas primero... Gulp! Déjenme aplicarlo saliendo de aquí.

Ahí se ven.

Y bueno, una semana es una semana. La lectora anónima me pide que comente algo del triunfo de Sasha en Big Brother, pero no. Guácala....

Mejor les comento que el grupo de teatro San Banquito está presentando una obra bastante buena, dividida en actos cortos, que se llama (huy, se me fue el nombre!), muy de corte feminista, de mucha calidad y que asegura un buen rato.

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Esta semana ha habido muchos cambios. Unos que ni se imaginan. Quién fuera a decir que hace un año estábamos de una manera, y ahora estamos de otra. Ojalá que todo sea para bien, porque la verdad, nos lo merecemos.

Ya les contaré cómo me ha ido con esta nueva "aventura".

Ayer vimos Batman Inicia. Estuvo interesante, porque ahora fue menos grotesca o cirquera que las demás. Hay que recordar al chaparro trompudo de Michael Keaton, que estaba bastante enano y compacto y nada impactante. ¿Quién podría creerse que el horroroso de Val Kilmer podría ser un buen intérprete del papel? Tal vez el único que se salve sea George Clooney, pero ya nadie recuerda su versión...

Por lo tanto, el inicio le quedó muy bien a Christian Bale (American Psycho, El reinado del fuego, Mujercitas), porque es guapo, -tampoco muy alto aparentemente-, pero mucho más serio que los otros, y representa el personaje ideal que da la cara a una sociedad de millonarios ociosos, play boys y juniors fiesteros prepotentes y buenos para nada.

La actuación de Gary Oldman fue un poco pobre, para mi gusto, pero a él se le perdona todo. Lo más chistoso fue ver a Tom Wilkinson, actor inglés, haciéndola de mafioso italiano... en lugar de conseguirse al típico mobster tipo matón neoyorkino.

Si quieren disfrutar de una película oscura, bien lograda y de acción que no tiene nada qué ver con sus mugrientas predecesoras, vale la pena que vayan a verla.