Las mismas de siempre

Ayer vinieron mis amigas a tomarse un café. Más bien fueron varias cosas (no dejamos nada, qué bárbaras). Pensé que tal vez sobrarían papas para el hambre del dia siguiente, pero nooo, ni un churrumais.

En fin.... Resulta que hace mucho que no nos veíamos y fue bueno ver que a pesar de que no nos pelemos en mucho tiempo, aún podemos reírnos juntas (depende de quién sea la víctima, claro está).

Me da risa. Resulta que, contrario a lo que siempre he pensado, Claudia piensa que tengo carácter. A ver: ¿cuando uno tiene un genio de los mil perros, tiene carácter, o sólo es un pobre neurótico? Siempre he pensado que la confrontación y andar mangoneando gente me da flojera. Cuando he tenido gente a mi cargo, en realidad no disfruto nada, porque siento que no tengo esa particularidad que tiene mi mamá y que nos ha hecho marchar derechitos por la vida (buuuueeeeenoooo....). Sin embargo, tampoco me gusta dejarme de los demás, y si algo no me parece lo digo... ¿es eso carácter? Pórque igual, a sabiendas de que me gusta el argüende, los demás siempre me han cuchileado y me mandan por delante para que diga lo que los otros no quieren, y claro, a la que le patean el hocico después es a su servidora. No sé.

El caso es que me gustó imaginarme calzonuda y determinada, aunque sólo haya sido eso, imaginación. Porque luego pasa que, con los que uno más quiere, se acaban doblando las manitas y ellos se aprovechan vilmente de la situación. Entonces, ¿se tiene carácter siempre, o sólo a veces, o simplemente se es un genioso del que todos se aprovechan a pesar de los entripados que hace? Que alguien me diga.

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Ayer sólo nos faltó Susana para estar completas, pero tuvo un día muy ocupado. Como te lo prometí, no dijimos nada en tu contra. Ya te pondremos al corriente para la próxima. Por cierto, no quedamos en una próxima.... ¿en casa de quién y cuándo?

Y como había dicho antes, ya se me acabó el tema. Seguiré buscando inspiración para que mis dos tristes tigres no se harten.

A'i se ven.