La insoportable lentitud del lunes

El día de ayer pasó sin pena ni gloria. Nada nuevo qué contar acerca del fin de semana, excepto tal vez que ví a Selene redonda redonda, a casi mes y medio de parir a María Fernanda.

Lo único que se podría considerar como interesante fue el sonado escándalo de la estudiante que sacó su pancarta pro-democracia en plena conferencia con el presidente, y la forma en que fue acallada por las autoridades escolares. Las instituciones educativas deben de entender que, aunque no estén de acuerdo con las ideas de los alumnos, no deben de reprimirlos, y por su parte, los estudiantes no deben abusar de su libertad de expresión y convertirlo en un libertinaje de ideas.

Ya se eligió al nuevo papa. Esperemos que continúe con la libertad de culto de la que hemos disfrutado hasta ahora.

Los días que siguen serán históricos, porque las comparaciones se van a dar y no faltará el que diga que el saco le queda grande a este nuevo papa, y porque además, una elección de este tipo no se da todos los días, ¿o a poco ustedes se acuerdan de todo el proceso hace 27 años? En fin, vayan ustedes a saber.

Por fin conoceremos la casa de Alexia...

Nos vemos más tarde. Mi torta de jamón me espera.